Cuando la higuera luzca entre las ramas tiernas,
su fuerte y neto aroma
por la enramada de las viejas huertas
te besaré en silencio.
Serán sonido solo
los cangilones de las norias lentas
y la canción del agua verdecida
que entreteje la sombra en las azequias.
Sólo temblor alado el dulce atardecer de las abejas.
Libando tú conmigo miel de oro
y brisas de albahaca y violetas.
Ven a soñar...¡que gozo el de otros días
con la penumbra de las hojas quietas!
No temas, no, no temas.
Ausentes por la tarde distraída
hay trinos que aún ocultan su cadencia
y faunos vegetales que, en la sombra,
enmudecen al paso de la siesta.
Se escuchará tan solo,
la voz de nuestra música secreta
y un leve pentagrama ensordinado
al vuelo horizontal de las libélulas.
!Ven a soñar conmigo¡
esperan al ocaso las estrellas
que dan a la espesura y la luna
sus giños para complices discretas.
No temas...ven conmigo,
que de un doble gemido ensangrentado
nacerán las caricias más intensas.
jueves, 20 de enero de 2011
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muy bonito nena
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